29 de mayo de 2013

CONCURSO DEL NUEVO CENTRO DE DEPÓSITO E INVESTIGACIÓN DE LOS MUSEOS DEL TIROL ( AUSTRIA)


Os presentamos nuestra última incursión en el extranjero. Se trata del concurso internacional para la construcción del nuevo Centro de Depósito e Investigación de los Museos del Tirol ( Austria ).

El solar, ubicado en Hall, localidad cercana a Innsbruck, tiene un desnivel de 8 m y se encuentra en el lado norte del valle del rio Inn. Con los alpes como fondo, se encuentra en una típica extensión dispersa de las ciudades medias centroeuropeas, sin referencias muy marcadas.

El edificio acoge dos programas complementarios, pero con necesidades muy diversas. Por un lado, los depósitos, que alojarán las colecciones no expuestas, suponen el 75 % del programa. Es una zona inerte, sin iluminación y con elevadas prestaciones a nivel de control climático. Por otro, los talleres de restauración tan sólo requieren del 25 % de la superficie, y se agrupan en departamentos autónomos.

La solución propuesta busca la sencillez y claridad casi diagramática de la disposición de usos. Los depósitos solucionan, como un zócalo escalonado, el desnivel del solar, generando un podio donde apoyar los talleres. Éstos se ordenan en torno a un claustro, con una solución modular, ligera y abierta.

Constructivamente se produce la misma dualidad. El zócalo, masivo y de elevada inercia térmica, de hormigón al interior y tapial al exterior, consigue hacer más amable el contacto con la ciudad mediante el uso de una textura más cercana. Los talleres, ligeros, de estructura de madera y vidrio, se abren al claustro y a la iluminación natural.

Si bien esta vez nos quedamos en la segunda vuelta, estamos muy contentos de la solución planteada.

20 de mayo de 2013

KEN ADAM: EL ARQUITECTO 007



Entre 1962 y 1979, Sir Kenneth Adam, nacido (como Klaus Adam) en Berlín en 1921 y emigrado a Inglaterra en 1934, diseñó casi todos los decorados de las películas más famosas de James Bond. Desde el apartamento supermoderno y subterráneo del "Dr. No" (1962) o el Fort Knox de "Goldfinger" (1964), pasando por la central de Blofeld, oculta en un volcán artificial, en "Sólo se vive dos veces" (1966) y hasta las naves espaciales de "Moonraker" (1979), Ken Adam diseñó ilusiones espectaculares de arquitectura para el público de todo el mundo.



Influenciado por la escenografía expresionista de "El gabinete del Dr. Caligari" o "El testamento del Dr. Mabuse" y después de estudiar un par de años en la Bartlett School of Architecture (hasta que empezó la Segunda Guerra Mundial), en 1948 se introdujo en el mundo del cine como delineante, trabajando en la década de los 50 en películas como "Ben Hur" o "La vuelta al mundo en 80 días", por la que obtuvo su primera nominación a los Oscar. A medida que fue asumiendo cargos más importantes en el Diseño de Producción, y frente a la influencia del cine neorrealista, Ken Adam siempre defendió la construcción virtual de los espacios y las arquitecturas simbólicas de sus películas.



Desde las ensoñaciones del futurismo italiano hasta las espectaculares viviendas californianas de John Lautner, sus diseños recogen una curiosa amalgama de influencias y reflejan un mundo entre extravagante y vanguardista que marcó decisivamente la atmósfera de las películas y sedujo a toda una generación de espectadores.
Aparte de la saga de Bond, Adam trabajó en películas inolvidables como "Dr. Strangelove" ¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú (1963), donde diseñó para Stanley Kubrick la famosa Sala de Guerra, un espacio cerrado de sección triangular con una enormes pantallas en una de las paredes y una gran lámpara circular que flota sobre la mesa de reuniones.




En 1975 recibió el primer Oscar por su trabajo en "Barry Lyndon" (también de Kubrick) y en 1994 el segundo por "La locura del rey Jorge" (Nicholas Hytner).

Aparte de su importancia indudable (y reconocida) en el mundo estrictamente cinematográfico, en lo que respecta a la relación cine-arquitectura destacaría la importancia de Ken Adam por dos motivos:

Uno,  el alto grado de "proyectación arquitectónica" que tuvieron sus trabajos (sobre todo en la saga Bond). En vez de limitarse a escoger localizaciones reales o reproducir en estudio sitios "reconocibles", sus diseños implicaban una gran dosis de inventiva y creación que calificaría como verdaderos proyectos, aunque cambiando el tipo de condicionantes frente a la arquitectura "real".


Otro (también por las películas de 007), la segura influencia que, por la vía inconsciente de la seducción, sus creaciones han tenido en la educación del gusto arquitectónico de millones de personas (incluidos muchos arquitectos) y por la que me atrevo a atribuirle su (pequeñita, eso sí) parte de culpa en la propagación de la arquitectura-espectáculo que hemos sufrido (y sufriremos todavía) tantos años...




- "Ken Adam Designs the Movies: James Bond and Beyond"  Ken Adam and Christopher Frayling (Thames & Hudson)
- "James Bond, Berlin, Hollywood:Die Welten des Ken Adam"  Alexander Smoltczyk, Berlin 2002
- "Paisajes urbanos: imagen y memoria"   Peter Krieger, México, 2006 (pág, 139-143)










12 de mayo de 2013

LA CASA DE ACERO DE LA BAUHAUS


LA CASA DE ACERO DE LA BAUHAUS


A finales de 1926 se construyó en Dessau, en la entrada de la colonia Törten, un prototipo de vivienda prefabricada construida con acero, promovido por Gropius y la Bauhaus. El proyecto fue ideado por Georg Muche y el joven arquitecto Richard Paulick. En realidad querían desarrollar un modelo de vivienda que pudiera ir creciendo a la vez que fuera aumentando el tamaño de la familia, pero la necesidad de un perfil especial, demasiado costoso en la época, hacía imposible su realización. Así que se limitaron a lo que ofrecían las posibilidades constructivas disponibles en ese momento.


La vivienda se componía de dos prismas anexos de diferente altura, cuya apariencia está marcada por la verticalidad de las ventanas y las divisiones derivadas del sistema constructivo.

Los elementos metálicos fueron realizados por Carl Kästner, una empresa de cajas fuertes de Lepzig, utilizando perfiles verticales en forma de doble T, separados 1,5 m. y fijados directamente a la losa de cimentación. Sobre esos perfiles se fijaban paneles de acero de 3 mm de espesor, sujetados mediante un perfil-grapa suplementario, y que venían de fábrica con los taladros preparados para montar in situ las puertas y ventanas. Aún así, el alto grado de prefabricación permitía montar la casa en un tiempo relativamente breve.
Hacia el interior las paredes consistían en una cámara de aire de 6 cm, 2 cm de aislamiento de Torfoleum (paneles de turba prensada, muy usados en la primera mitad del siglo), bloques de viruta de 5 cm y ,como acabado, paneles de cartón-yeso empapelados.

Para la cubierta plana se empleó un doble tablero de madera con enrastrelado intermedio y una lámina bituminosa como impermeabilización y acabado.


Con una superficie de unos 80 m2, el programa de la vivienda incluía un salón y un dormitorio en el cubo más alto, y en el menor otros dos dormitorios, cocina, baño, trastero, zona de lavado y un aseo. Además existía una carbonera accesible sólo desde el exterior.


A pesar de las reservas iniciales, al final Gropius apoyó el proyecto cediéndole un solar en la primera fase de la colonia Törten.

El experimento en sí no resultó, digamos, muy logrado, ya que al poco tiempo las deficiencias constructivas se hicieron patentes. Aparte de resultar calurosa en verano y fría en invierno, la humedad provocó enseguida la corrosión de los elementos metálicos. Aun así, con reformas sustanciales de por medio, la casa estuvo habitada desde 1929 hasta 1988, cuando fue adquirida por la fundación Bauhaus Dessau. En 1993 fue completamente restaurada y devuelta a su estado original.


Sin embargo, más allá del resultado, no deja de resultar un esfuerzo concreto y valioso (y en esos años visionario) por incorporar la prefabricación a la arquitectura, y sobre todo al ámbito de la vivienda unifamiliar. Que no es un camino fácil lo seguimos viendo casi un siglo después.


- Engekmann / Schädlich: Die Bauhausbauten in Dessau, Berlin 1988- Bauhaus Stiftung Archiv- Richard Paulick: "Das Stahlhaus in Dessau" (Form + Zweck, Berlin, 1976, pág. 28-30)